Se trata de la verdadera continuación de la saga Assassin’s Creed y, esperamos, la conclusión de una historia que comenzó en 2007 cuando viajamos a la edad media para comenzar nuestra lucha contra los templarios. En esta ocasión, El Animus nos deja en medio de un conflicto que cambió la faz de la tierra, la Guerra de Independencia de los Estados Unidos en la perspectiva de Connor, nuestro asesino nativo americano que luchará por librar al nuevo continente de los templarios mientras Desmond averigua como evitar una catástrofe mundial.
AC III es un título de Ubisoft desarrollado en sus estudios de Montreal, Canadá. Su argumento cierra todos los capítulos que hemos jugado hasta ahora para llevarlos a una conclusión el 21 de diciembre del 2012 cuando una catástrofe de proporciones planetarias amenace con terminar con la humanidad. Es la misión de Desmond y sus antecesores averiguar la forma de detener esto.
Assassin’s Creed III sufre del estigma de AC: Brotherhood. Muchos se quejaron de que se trataba sólo de una actualización más de Assassin’s Creed que reciclaba texturas, personajes, gráficos y animaciones. No obstante, desde el primer anuncio de AC III, Ubisoft se empeñó en convencernos de que este título sería rediseñado desde cero para ofrecernos una aventura totalmente nueva y refrescante. ¿Lo lograron?
Uno comienza la historia con un personaje que no nos resulta familiar. La recreación del mundo en el siglo XVIII está bellamente capturada en todos los polígonos de los escenarios. El nuevo motor gráfico Anvil Next otorgará mundos realistas y llenos de vida que garantizan una experiencia única en esta saga.
Pronto uno se encuentra probando – y recordando – las habilidades de tu personaje mientras este viaja a bordo de un navío que lo llevará al nuevo mundo. Durante la travesía, el jugador recordará cómo bloquear ataques, saltar, correr, treparse en cosas y golpear a sus enemigos mientras el jugador se maravilla con un control responsivo mejorado que, a pesar de todo, se limita a presionar dos botones de manera repetida hasta que todos los enemigos se encuentren fuera de combate.
Ya poco menos de dos horas de juego uno se encontrará con que, en realidad, el juego apenas comienza de manera oficial, ya que, después de los azares del destino, seguimos la historia de Ratonhnhaké:ton, también conocido como Connor, un mestizo mohicano-inglés que se convertirá en un asesino que deberá detener a su padre, un importante agente templario.
Los escenarios son variados. El valle Mohicano, donde los árboles pueden ser escalados fácilmente para evitar obstáculos y amenazas potenciales como osos negros y soldados, es un cambio muy bienvenido en la constante acción urbana del juego. En este valle, uno puede encontrarse con diferentes animales que podrán ser cazados para aprovechar sus bondades.
Las ciudades muestran un reto mucho mayor que en juegos anteriores debido a que estas son más grandes y, por ende, cuentan con avenidas que separan las estructuras de tal manera que saltar de techo en techo resulta complicado. El jugador deberá subir y luego bajar a nivel de calle para volver a escalar otro edificio cuando se intenta llegar de un punto a otro utilizando las habilidades de Parkour de Connor. Todos los escenarios sufren de sutiles transiciones climáticas entre otoño, invierno y primavera que cambian la iluminación de estas para mejorar la atmósfera del juego.
Boston y Nueva York son ciudades abarrotadas de gente, puercos, gatos, ovejas, vacas, perros y niños. Sí, ya hay niños que uno no podrá asesinar pero que jugarán el papel de los clásicos vagabundos que no te dejarán ir si no les lanzas unas monedas.
La animación de todos los personajes ha sido totalmente rediseñada para ofrecer una nueva mirada a los jugadores que ya se habían cansado de ver los mismos movimientos de combate una y otra vez. La manera en la que Connor y sus enemigos pelean ha cambiado de una manera tan drástica que la acción se siente más natural.
El modo en que uno dirige sus puñetazos a un enemigo en específico también fue mejorado debido a las grandes críticas que este obtuvo en los títulos anteriores; sin embargo, aún sólo se necesitan presionar dos botones para matar a quien sea.
Ahora es posible tomar las armas de los enemigos para conservarlas y utilizarlas después. Esto resulta muy efectivo cuando se dispara un mosquete y, en lugar de tomarse el largo tiempo de recarga, uno simplemente toma otro del piso y lo detona de nuevo para mantener a los contrincantes a raya.
La molesta barra de energía que era necesario acrecentar comprando armaduras o rellenar consumiendo medicinas ha desaparecido para dar lugar a una que se regenera conforme uno pelea. Esto puede ser molestos para aquellos que disfrutan de una experiencia más “realista” al preferir tener que buscar un médico para ser curado. Ahora el traje de Connor permanecerá igual y ninguna adición podrá ser hecha para mejorar la forma en la que este se desenvuelve en combate o durante su recorrido por el mundo.
Otro de los puntos fuertes de AC III es la guerra naval. Los controles para ponerse detrás de un timón y controlar un navío son sencillos e intuitivos. Se presiona un botón para desplegar toda la vela o “frenar” al amarrarla de vuelta. Este título recrea de una manera muy agradable la forma en la que se desenvolvía una batalla naval a finales del siglo XVII. Una experiencia realmente satisfactoria.
Durante el juego el jugador podrá ponerse al mando de escuadrones de tiro y caballería para cargar contra los ingleses durante las batallas más importantes de la guerra de independencia de Estados Unidos. Digan adiós a esos mini-juegos forzados de Assassin’s Creed: Brotherhood que tanto molestaron al público. Esta vez se trata de modalidades de juego que se sienten refrescantes al romper la rutina y ofrecer una mirada diferente al conflicto.
Otras tareas molestas como seguir a un sospechoso sin que este note tu presencia o escalar todos los puntos de sincronización continúan siendo obligatorias. La posibilidad de robar a los transeuntes aún sigue siendo un pasatiempo muy divertido.
El departamento del audio que acompaña la acción resulta algo que no es excepcional. Es bueno, más no genial. En ocasiones se experimentarán pequeños problemas de sincronización cuando hay mucha acción en pantalla, pero esto no arruinará el día de nadie.
Por otro lado, los pequeños videos de introducción que interrumpirán la acción de vez en cuando podrán verse un poco forzados o apresurados. De igual manera, esto no molestará si tomamos en cuenta que, en realidad, son pocos los tiempos de carga que estos videos disfrazan de una manera tan eficiente.
La historia estará llena de giros de tuerca que borran el historial de argumentos lineales y predecibles. Resulta muy entretenido descubrir cosas que desde el principio parecen no encajar en el argumento principal pero que al final todo recobrará sentido. Se recomienda ampliamente checar los correos en la computadora de Desmond cuando tengan tiempo. No se arrepentirán.
Assassin’s Creed III es un título que realmente te deja satisfecho. Se trata de una bocanada de aire fresco a todos esos Shooters que abundan en el mercado. El argumento intenso y la vasta jugabilidad (la duración del juego es de unas 15 horas si se ignoran todos los retos secundarios) satisfacerá a los fans de hueso colorado por sus giros e intrigas y a los nuevos jugadores por su ágil forma de ejecución y bellos escaparates que perfilan a AC III como uno de los juegos que mejor se ven de este año.
Disponible desde el 30 de octubre para Xbox 360 y PlayStation 3, AC III resulta una muy buena opción para pasar largas horas frente a la pantalla y sumergirse en un mundo lleno de mosquetes, revolución, tabernas y mucha historia.
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